Cómo mantener el foco en nuestro objetivo

Todos tenemos objetivos, tanto profesionales como personales, pero si nos descuidamos es fácil qué perdamos el foco, nos distraigamos y cuando nos queramos dar cuenta, el tiempo haya pasado y el objetivo que nos habíamos marcado no se haya alcanzado.

Las distracciones pueden ser muchas: nuevos objetivos, simplemente que nos olvidemos del objetivo que perseguíamos en un inicio, que aparezcan actividades que requieran nuestra atención y, por lo tanto, la desviemos de aquello en lo que nos habíamos centrado…

Decía Napoleon Hill  que la diferencia entre una meta y un sueño es que la meta tiene una fecha límite. Esa es una de las principales características que debe tener un objetivo, debe tener una fecha de cumplimiento, la fecha en la que debe ser alcanzado.

Para mantener el foco en nuestros objetivos, sobre todo cuando son a medio y largo plazo, es imprescindible evitar distracciones y establecer indicadores que te digan si vas por el camino adecuado.

Evitar distracciones

Quizá parezca una “perogrullada” pero si queremos mantener el foco en nuestro objetivo, tendremos que eliminar todo aquello que nos distraiga de él. ¿A qué nos referimos con esto? Nos referimos a todas aquellas actividades, acciones o tareas que, aunque sean una costumbre, nos roban parte de nuestro tiempo y  nuestra energía y no nos acercan a la consecución del objetivo.

Aquí tienes un post de Descubretusrecursos.com donde encontrarás la plantilla para poder descubrir tus propios ladrones de tiempo

Una fórmula para poder evaluar cómo una acción, actividad, tarea… nos está alejando o distrayendo del objetivo es hacernos la siguiente pregunta: ¿En qué medida esto me va a ayudar a acercarme a mi objetivo?

Establecer medidas de control

Es importante también para no perder el foco, sobre todo cuando se trata de objetivos a corto y largo  plazo,  establecer medidas de control que te vayan indicando si vas por el buen camino. A estos indicadores se les denomina KPI’s (Key Performance Indicator).

Peter Drucker decía que todo lo medible es susceptible de ser mejorado. Solo si sabes dónde estas, podrás dar un paso adelante en dirección a tu objetivo. De lo contrario, estarás realizando acciones, pero no tendrás un rumbo y no sabrás qué acciones funcionan y, por lo tanto, puedes repetir y mejorar, y qué acciones no funcionan y no merece la pena seguir gastando energía, tiempo y dinero en ellas.

Establece tus KPI’s en función de cuál es tu objetivo respondiendo a: ¿Qué es importante para tus objetivos de negocio? ¿Cómo podrías medirlo? (Ten cuenta que es importante concretar y que puedas cuantificarlo de algún modo).

Algunos indicadores que se suelen utilizar son:

• Beneficios
• Ventas
• Nº de Clientes
• Nº de Leads
• Tamaño de la lista de correo

Realiza solo acciones enfocadas a tu objetivo

Te recomiendo que te focalices en uno o dos objetivos como máximo y establezcas un plan de acción para ese o esos objetivos.

A partir de este momento, cuando te plantees cualquier acción, piensa en qué medida te acerca o te aleja de tu objetivo, y  de este modo sabrás si debes realizarla o no.

¿Qué indicador de medida es el que te dice cómo se encuentra la salud de tu negocio?